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Cómo prevenir que tus hijos sean obesos
Un trabajo científico realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard demuestra que las madres que llevan un estilo de vida saludable tiene una repercusión real y beneficiosa en el peso de sus hijos, tanto en su infancia como en su adolescencia.
Hábitos:
1. Llevar a cabo una dieta saludable
2. Ejercicio: realizarlo de forma regular (más de 30 minutos al día con una intensidad moderada)
3. Peso: un índice de masa corporal saludable. IMC entre 18.5 y 24.9
Se calcula dividiendo los kilogramos de peso por el cuadrado de la estatura en metros
IMC = peso [kg]/ estatura [m2] .
4. Alcohol: un consumo bajo o moderado (5-15g para mujeres y 5-30 g para hombres, al día)
5. NO fumar
Los menores cuyas progenitoras llevan a cabo estos cinco hábitos saludables reducen hasta un 75% el riesgo de obesidad. Y si dichos hábitos se siguen tanto por parte de la madre como por parte del hijo o hija, dicho riesgo disminuiría hasta un 82%.
Genética vs. Hábitos
Si bien la genética tiene una gran importancia a la hora de padecer obesidad, el rápido aumento de su prevalencia durante las últimas décadas no podría explicarse de forma tan simple. Los estudios científicos sugieren que los cambios en el estilo de vida en general, y en la dieta en particular, tendrían un papel más importante que los genes.